Dulce de leche

Hoy tenemos en el blog, una de las estrellas indiscutidas de la repostería argentina! Si bien el dulce de leche se consume en toda Latinoamérica (donde también se lo conoce con otros nombres y todos nos peleamos por ser los inventores, je!), es "la" confitura nacional y a todo (o casi) le ponemos dulce de leche.

Debo confesar que yo nunca he sido demasiado "dulcedelechera". Me encantan las mermeladas frutales y todo lo que tenga hasta trazas de chocolate, pero no se me ocurre nada mejor para rellenar alfajores y tortas y combinar con banana, duraznos (melocotones) o nueces.

Al paladar europeo, el dulce de leche suele parecerle extremadamente dulce. Es por ello que me llamó muchísimo la atención que en Inglaterra haya comenzado a usarse como una crema de caramelo para el relleno de cupcakes y tortas (por ejemplo en los Bananoffe y Caramel cupcakes de Peggy Porschen).



Hasta ahora, no había tenido problemas en conseguir dulce de leche porque en Barcelona se consigue hasta en los supermercados, pero en Alemania no es tan fácil. Por eso decidí intentar hacerlo en casa para ver qué tal y el resultado fue sorprendente!

Hay varias formas de hacer dulce de leche casero... la más fácil, es hervir a baño maría por dos horas una lata de leche condensada. Pero como en Alemania también cuesta conseguir leche condensada, tuve que recurrir a la forma clásica.

La forma tradicional requiere mucha mucha paciencia y una buena olla que conduzca el calor de forma pareja (esa favorita para hacer mermeladas), ya que se pega como un demonio (mi abuela me aconsejó poner unas bolitas de vidrio para que se pegue menos, pero, después de secuestrárselas a la señorita Doll, no las usé). La gran ventaja de hacerlo de esta forma es que se puede reducir la cantidad de azúcar para que no quede tan empalagoso y jugar con la consistencia final reduciéndolo más o menos tiempo.


Además de la olla y la paciencia, se necesita:


- leche entera, 1 l
- crema de leche (nata), 200 ml
- azúcar común, 250 g
- extracto de vainilla, 1 cdita (o semillas de una chaucha de vainilla)
- bicarbonato de sodio, 1/4 cdita (es lo que le da color oscuro al dulde de leche)

Empezamos!

Colocar todos los ingredientes en una buena olla y poner a fuego fuerte hasta hervir.
Bajar en fuego y revolver bastante seguido durante una hora y media (reconozco que como yo tenía tanto miedo de que se pegara y arruinar así otra olla de Mr Doll, no me despegué de la cocina).
A medida que se va evaporando el agua se va oscureciendo y quedando color caramelo.

(con esta cantidad me salieron dos frascos de mermelada)
Para comprobar el punto, con una cuchara poner un poco en un platito y enfriarlo rápido en la heladera... se pasa el dedo o una cucharita y si no se une, ya está. A no despistarse, porque el dulce de leche caliente es bastante líquido!


Volcar en recipientes esterilizados, tapar en caliente y dejar enfriar.
A medida que se enfría se solidifica y el color se aclara, a no asustarse!

Una vez frío, ya se puede comer a cucharadas o rellenar tortas, alfajores o usarlo como cualquier mermelada.

Mmmm!



Cucharita cerámica: Greengate



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